La Cáritas Joven realiza su tercer Encuentro Diocesano del curso
El Encuentro contó con la presencia del Equipo de Cooperación Internacional
El pasado domingo 30 de abril nuestra sede de Cáritas Diocesana acogió un nuevo Encuentro de la Cáritas Joven, en esta ocasión acompañados por una amplia representación del Equipo de Cooperación Internacional, responsables de dinamizar toda la experiencia formativa de la jornada.
El Encuentro dio comienzo hacia las 10:00 con una interesante acogida en la que los jóvenes participaron de una simulación en la que, convertidos en viajeros, tenían que cruzar un check in con sus pasaportes. Como en la vida real, especialmente ante el drama de las migraciones, algunos jóvenes quedaron atrapados sin poder subir al transporte.
Posteriormente, ya reunido todo el grupo, y siempre en clima de reflexión, los jóvenes se pusieron en la piel de quienes tienen que viajar en patera, cruzando el Mediterráneo en busca de una vida mejor. Todo ello dio pie a una sencilla oración entre todas las personas presentes.
La acogida dio paso a la parte formativa y experiencial. Comenzó introduciendo Alfredo Marhuenda, responsable del Área, quien ofreció un enfoque global de la labor que Cáritas realiza en materia de Cooperación Internacional o, como al equipo le gusta decir “Cooperación Fraterna”, término que explica mejor la manera en la que, como agentes de Cáritas, queremos vincularnos con las personas a las que apoyamos desde los miles y miles de kilómetros que nos distancian de los proyectos de Cooperación en los que estamos involucrados.
Posteriormente, intervino Fini Lledó, compañera del Equipo, quien presentó el proyecto desarrollado en Oujda, población de Marruecos en la que se acoge hasta a 2000 personas cada año que están en procesos migratorios y acuden allí a descansar, recoger fuerzas, sanar heridas y recibir orientación en su tránsito entre otras muchas cosas. Algunas personas están allí de paso y otras permanecen durante meses e incluso más tiempo, pero siempre hay sitio para quien busca cobijo y algún otro apoyo.
El relato del trabajo que se desarrolla en Oujda dio paso a una pequeña exposición en uno de los pasillos del edificio, con numerosos testimonios de personas que estuvieron allí y que cuentan anécdotas de sus viajes, de su estancia allí, de su situación personal…
Finalmente, tomó la palabra Rocío Sansano, quien compartió su experiencia vivida en el proyecto “Iniciativa por la paz” que impulsa Cáritas en Palestina. Ella, junto a otras personas, viajó al país hace unos años para conocer de primera mano el trabajo de empoderamiento que desarrolla Cáritas junto al pueblo palestino, tratando de visibilizar su situación y de acompañar procesos de autosostenibilidad a través del desarrollo del comercio y la venta de productos en países como el nuestro que permitan que las familias palestinas puedan subsistir en condiciones dignas. Con la presentación de Rocío se invitó a los jóvenes a implicarse en esta experiencia y acudir este verano a Palestina.
Tras la foto grupal, hubo una comida compartida y, finalmente, se dedicó el tiempo restante a un pequeño espacio lúdico con juegos de mesa para amenizar la despedida.