Noticia05/07/2021

La Asamblea General de Cáritas Diocesana pone la mirada en los nuevos retos post-pandemia.

El pasado sábado 3 de julio Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante celebró su Asamblea General en el salón de actos del obispado, presidida por Mons. Jesús Murgui, Obispo de Orihuela-Alicante, y con la presencia del Rvdo. Vicente Martínez, Vicario General de la Diócesis, y del Rvdo. Carmelo Ramón, Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana.

Pese a la reducción de aforo a causa de la pandemia, la Asamblea contó con una numerosa representación de las Cáritas parroquiales y del Consejo Diocesano de Cáritas, denotando un gran interés por la cita.

Tras la oración de acogida y acción de gracias, Mons. Jesús Murgui agradeció la participación en la Asamblea y dirigió unas palabras de bienvenida.

D. Jesús invitó a “tomar conciencia de lo sucedido en los últimos años y su significado en la vida de las personas, de la sociedad y de la Iglesia, circunstancias que han venido a cambiar la historia, aunque aún no tengamos perspectiva”.

Recordando las palabras del Santo Padre Francisco el 27 de marzo del pasado año en la bendición Urbi el Orbi desde el atrio de la Basílica de San Pedro, invitó a las Cáritas de la Diócesis a tener fe en tiempos de tempestad, a no tener miedo ya que “el Señor nos ha dado la oportunidad de plantearnos nuestra fe, de aumentar nuestra fe. La fe ha sido probada”, haciéndose visible esa fe en el campo de la caridad.

En esa respuesta a las necesidades de las personas y de los tiempos D. Jesús expresó su agradecimiento a Cáritas, por estar y servir. “Nuestras Cáritas parroquiales han sido para mucha gente el lugar donde han sido escuchadas, acogidas, han tenido respuesta sus necesidades, que les escucharan, que les quisieran, sobre todo a las personas inmigrantes, solas, sin medios, sin familias”, “aun no somos conscientes del papel decisivo y del enorme servicio de Cáritas a la humanidad y a la Iglesia”.

En su bienvenida, D. Jesús también lanzó 3 consejos a Cáritas:

  • Unidad, siendo el cuerpo diocesano más grande ha pedido una misma dirección y obediencia de corazón y compromiso con Jesús, siendo “cirineos con las cruces de los demás”.
  • Formación, mostrando siempre un interés por formarnos, sobre todo en este tiempo tan complejo, con gran riqueza y tensión constante.
  • Evangelizadores con espíritu ya que somos fruto del amor del Señor. Siendo instrumentos del Espíritu, la Caridad de Jesús que se hace visible, por eso la Eucaristía ha de ser central en la vida de cada persona de Cáritas. Eucaristía y Caridad han de estar muy unidas.

Por último, invitó a todas las personas de Cáritas a tener como modelo a San José, ejemplo de testimonio, con un compromiso que habla a través de los hechos y no de las palabras, referente de amor, caridad, compromiso y trabajo.

Tras las palabras de Mons. Murgui, el Director de Cáritas, Víctor Mellado, agradeció todo el trabajo y el esfuerzo realizado durante el último año por el voluntariado, personal contratado y donantes, remarcando que ha sido gracias a esas personas por las que ha sido posible dar respuesta al sufrimiento de las personas que han acudido a Cáritas.

Antes de pasar a la aprobación del acta de la asamblea anterior, se procedió a comunicar los seis cambios de miembros en el Consejo Diocesano de Cáritas, agradeciendo la dedicación a las personas salientes y dando la bienvenida a los nuevos representantes.

Como es preceptivo se presentaron y aprobaron las cuentas del ejercicio anterior, dando cuenta del fondo extraordinario de ayudas puesto en marcha para responder a la crisis generada por la pandemia, de los cambios en el fondo patrimonial y del informe de auditoría, que no contenía ninguna salvedad. Se presentaron también, a título informativo, las cuentas de Retextil, empresa de inserción de Cáritas Diocesana.

Javier Ruvira, Secretario General de Cáritas Diocesana, introdujo el Informe Social de la situación de Cáritas en la Diócesis, remarcando la “importancia de la creatividad, partiendo del Evangelio, como servicio a los últimos”. Ruvira expresó la necesidad de dar un salto cualitativo en el Mundo post-Covid desde la misión de Cáritas para responder a quien se encuentra en las periferias. Hay que dar pasos para ello, garantizando el acceso a los derechos que se tienen como ciudadanos, concretar el acompañamiento y el desarrollo de las dimensiones de las personas que acogemos, teniendo un reflejo en las Cáritas parroquiales. A colación del informe, la Comisión Permanente de Cáritas aportó la visión desde las vicarías, remarcando la acción más relevante que se ha desarrollado en cada territorio. También se hizo balance, a través del Área de Territorios, del Plan de Ayudas Covid y de la encuesta del modelo de animación de Cáritas.

Dos de los puntos abordados, y sometidos a la consideración de la Asamblea General para su aprobación, fueron un nuevo Plan de Ayudas para Infraestructuras dirigido a las Cáritas parroquiales de la Diócesis, y la puesta en marcha de la Estrategia de Infancia, Adolescencia y Familia, que supone el comienzo de un proceso de reflexión y trabajo común de todas las Cáritas.

Para finalizar el Informe Social se dio cuenta del Servicio Jurídico puesto en marcha por parte de Cáritas Diocesana, del trabajo con jóvenes que se está realizando, del trabajo de revisión del Plan Estratégico de Cáritas Diocesana y de la reflexión respecto a la cooperación internacional que se va a realizar.

Antes de finalizar, el obispo D. Jesús remarcó la importancia del proceso sinodal diocesano de jóvenes e invitó a la participación en él y agradeció nuevamente la participación en la Asamblea.