Día de las Trabajadoras del Hogar: Sin unas condiciones laborales dignas tras un año de pandemia
La pandemia ha contribuido al aumento de la precariedad, infravaloración e invisibilización.
Cuando se cumple un año de la declaración de estado de alarma a causa de la pandemia, la realidad de las trabajadoras de hogar acompañadas por Cáritas, uno de los sectores más afectados por la crisis social y sanitaria de la Covid-19, continúa sin contar con el reconocimiento social que merece ni con unas condiciones laborales dignas.
En el marco de la celebración, el 30 de marzo, del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar –una jornada proclamada en el año 1988 durante el primer gran Congreso de Trabajadoras del Hogar, celebrado en Bogotá, Colombia—, Cáritas reafirma su objetivo de dar visibilidad a un sector laboral esencial, que, en pleno impacto del coronavirus, siguió realizando su actividad pese a las difíciles condiciones de protección y distanciamiento, el miedo al contagio y, en muchos casos, la pérdida de empleos.
La Mesa de Empleo Doméstico de Alicante, formada por la Fundación Elche Acoge, Cruz Roja Española-Provincia de Alicante, CCOO Pais Valencià, UGT y Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante, ha hecho público un manifiesto con motivo del día:
30 DE MARZO, DÍA INTERNACIONAL DE EMPLEADAS DEL HOGAR
Con motivo del día 30 de marzo, Día Internacional de Empleadas del hogar desde la Mesa de Empleo doméstico de Alicante hacemos referencia a este día con el objetivo de visibilizar la precariedad, infravaloración e invisibilización que sufre este sector, recordando que es una profesión realizada en su mayoría por mujeres.
Consideramos que podemos cerrar el mes de marzo, mes donde se conmemora el Día Internacional de las Mujeres, exponiendo los derechos conquistados y poniendo el foco sobre los efectos que la pandemia ha dejado en la población trabajadora y en sectores muy feminizados como ha sido el sector del empleo del hogar.
Durante el pasado año 2020 con el Estado de Alarma, el confinamiento, las restricciones, los ERTES, y las distintas olas de la Covid-19 que nos afectan hasta hoy, hemos presenciado su alcance y todas sus repercusiones en la sociedad. Toda la población se ha visto afectada, en mayor o menor medida por esta pandemia, que implica experimentar vivencias o situaciones adversas en el ámbito sanitario, social y el económico entre otros pero, lo que realmente nos ha mostrado esta pandemia es la verdadera huella que afecta directamente a un sector, como es el del Empleo del Hogar que carecía del reconocimiento de algunos derechos (no cotizan por el desempleo y no se encuentran reconocidas en materia de Prevención de Riesgos Laborales) en comparación con el resto de la población trabajadora. La crisis sanitaria puso de relieve la falta de cobertura social y económica de este sector que ha visto agravado su ya, alta vulnerabilidad y precariedad laboral.
La crisis sanitaria, social y económica de la Covid 19 ha sido experimentada por gran parte de la sociedad, y ha supuesto una pérdida en términos económicos para la población trabajadora, siendo acogidos por ERTES, por subsidios, por ser expulsados del mercado laboral, etc. Estos efectos pandémicos han hecho posible la visibilidad de la situación de desamparo al que han estado sujetas muchas empleadas del hogar, ya que, de un día para otro, han visto suspendidos sus contratos de trabajo por el miedo al contagio de sus empleadores y empleadoras. Por ello, desde la Mesa de Empleo Doméstico seguimos insistiendo en que España tiene pendiente ratificar el Convenio 189 de la OIT donde se regulan los derechos de las personas trabajadora del hogar. La importancia radica en que las empleadas del hogar no tienen derecho a las prestaciones por desempleo, deficiencia que se ha puesto de manifiesto en esta pandemia, hecho que hizo que el Gobierno tuviera que proteger a las empleadas del hogar autorizando un subsidio especial para protegerla frente a la ausencia de derechos de cotización por desempleo.
Nuestra sociedad se conforma con familias de trabajadoras y trabajadores cuyos salarios se han visto mermados por las circunstancias de la pandemia; nuestras condiciones laborales han cambiado con el teletrabajo haciendo que parte de las unidades familiares permanezcan en el hogar. Las empleadas del hogar han visto cómo sus contratos laborales han finalizado porque sus empleadores y empleadoras han sido objeto de variaciones salariales y la única salida que se les proponían para seguir ejerciendo su profesión, era objeto de bajadas de salario, por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), precarizando sus derechos al no suscribirse a un contrato laboral y apelado, en ocasiones, a trabajar bajo la economía sumergida.
Somos conscientes de que la pandemia ha afectado a todos los sectores y actividades, pero el impacto en las empleadas del hogar se ha quedado invisibilizado. Por todo ello, con motivo de la conmemoración del este Día Internacional desde la Mesa de Empleo Doméstico de Alicante queremos poner el foco en este sector para visibilizar la precariedad, e infravaloración que tienen estas trabajadoras y trabajadores en el desarrollo de su profesión.