Noticia02/08/2022

Jóvenes y personas sin hogar finalizan su campo de trabajo en Lorcha

Una experiencia de voluntariado protagonizada por jóvenes y personas sin hogar

Jóvenes y personas sin hogar unieron sus fuerzas entre los días 26 y 30 de julio para realizar un servicio de voluntariado en la localidad de Lorcha, una pequeña población al Norte de la provincia de Alicante.

La experiencia de Campo de Trabajo reunió a un grupo de quince jóvenes y cuatro personas sin hogar acompañadas por Cáritas, acompañadas por personal y voluntariado. Todos ellos colaboraron con el Ayuntamiento de Lorcha y la población local en tareas medioambientales y a través de actividades de dinamización cultural desde el ocio y el tiempo libre.

Fueron días intensos por la cantidad de iniciativas que se llevaron a cabo desde el primer momento. Nada más llegar a Lorcha, la tarde del 26 de julio, su alcalde, Pablo Pinar recibió al grupo en el albergue donde se alojaron para darles la bienvenida y ofrecerles un tour por el pueblo, explicando su historia, sus costumbres y sus lugares más emblemáticos.

A lo largo de los siguientes días se desarrollaron actividades de reforestación y limpieza del entorno natural, se realizó una ruta por la vía verde que une Lorcha con Villalonga y se hicieron múltiples actividades a las que se sumó el pueblo, como el taller de cocina, el taller de tango, un espacio organizado de ocio, un “Tik-Tok Challenge”, etc. Todas estas propuestas permitieron que el grupo se fuera cohesionando cada vez más, compartiendo espacio, tiempo y, sobre todo, experiencias y emociones que generaron vínculos y rompieron las barreras iniciales.

Fue, sin duda, una experiencia enriquecedora tanto para los jóvenes como para las personas sin hogar. Todos ellos destacaban en las asambleas, que se organizaban cada día para compartir y evaluar la jornada, la oportunidad que estaba generando el Campo de Trabajo para desconectar del día a día, de todo aquello que les preocupaba; pero también la oportunidad para crecer y aprender de esta experiencia de servicio.

A través de los diferentes espacios desarrollados en el pueblo, los participantes del Campo tuvieron también posibilidad de mezclarse e interactuar con la población local y con los responsables de algunas actividades. Fueron días para poner nombre propio a personas como Pablo, el alcalde, pero también a Sergio y Ana, responsables de medioambiente de la Generalitat Valenciana, quienes dinamizaron la reforestación, la limpieza del entorno natural y la salida a la Vía Verde; a Adrián y María, responsables del albergue local; y a tantas otras personas del pueblo, jóvenes y adultas, con quienes el grupo se cruzó y compartió momentos muy especiales.

Cabe destacar también la presencia de nuestro obispo Mons. José Ignacio Munilla quien, junto a parte del Equipo Directivo de Cáritas Diocesana, haciéndose presente para conocer la experiencia de primera mano y mostrar su cercanía y afecto hacia todos los participantes.

Tras toda esta aventura, antes de recoger todo y volver a casa, se realizó una asamblea de evaluación donde se pudo notar el fruto de todos estos días compartidos: el grupo estaba unido y brotaron palabras de agradecimiento, felicidad y la sensación de que aquella experiencia sólo era el comienzo de algo más grande.

Los jóvenes presentes, al final de la evaluación, acogieron la propuesta para materializar ese deseo de continuidad con la creación de la Cáritas Joven Diocesana.