Campaña

Iglesia por el trabajo decente

Unimos nuestra voces para clamar por un trabajo que respeta los derechos y dignifica a las personas.

Qué es el trabajo decente para Cáritas

Aquel que es expresión de la dignidad esencial de todos, hombres y mujeres, libre de discriminación, pleno en respeto a los derechos y que además de permitir cubrir las necesidades de las familias, impulsa el desarrollo personal y espiritual.

1 de Mayo de 2023

Las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) priorizan dinámicas de sensibilización, visibilización y denuncia sobre el trabajo humano, clave y central en la sociedad y esencial en la vida de millones de personas.

Un eje de intervención está orientado a la celebración de la fiesta de san José obrero y Día Internacional de los trabajadores y las trabajadoras, el 1º de Mayo.

La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) prioriza sus dinámicas y compromisos, para este año, en torno a la salud y la seguridad en el trabajo.

Materiales para celebrar el 1 de Mayo

 

Guion Litúrgico

Para la celebración de la Eucaristía del 1 de Mayo

 

 

Manifiesto

Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable

 

Vigilia

Propuesta de Vigilia a modificar, completar, intercalar cantos…

Gesto diocesano

Con motivo del Día Mundial de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, desde la Iniciativa por el Trabajo Decente de la Diócesis de Orihuela-Alicante se va a realizar un concentración el viernes 28 de abril a las 20.30 h. en la Plaça de la Muntanyeta de Alicante, en la que se realizará un gesto público y se leerá el manifiesto con motivo del 1 de Mayo. 

CARTEL DEL GESTO

Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente

En el compromiso por la defensa del Trabajo Decente surge la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), formada por entidades y organizaciones de inspiración cristiana: Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC), Juventud Obrera Cristiana (JOC) y Cáritas, con el objetivo de favorecer dinámicas de sensibilización, visibilización y denuncia sobre una cuestión central para la sociedad y esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y anunciar el concepto de trabajo decente «hacia el interior de nuestras organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».

Trabajamos en red para poner en primera línea la importancia y la necesidad de un trabajo decente, lo que supone:

  • Poner en el centro a la persona, rompiendo la actual lógica de pensar y organizar el trabajo desde lo económico y los intereses de unos pocos.
  • Plantear el sentido y el valor del trabajo más allá del empleo: Distribuir de manera justa y digna el empleo y reconocer socialmente todos los trabajos de cuidado necesarios para la vida humana.
  • Luchar por condiciones dignas de empleo: sin la lucha por la afirmación de los derechos de las personas en el empleo no es posible humanizar el trabajo.
  • Articular de forma humanizadora el trabajo y el descanso.
  • Luchar por la defensa de los derechos humanos y desvincular derechos y empleo.

Toda la comunidad cristiana está llamada a visibilizar y denunciar, a través de todos los medios al alcance, la situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la negación de dignidad que ello supone.

Todos podemos hacer algo desde nuestra organizaciones, parroquias o lugares de compromiso.

Las organizaciones que integramos la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) reivindicamos y celebramos el 7 de octubre, la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, para hacer visible la precariedad que sufre el mundo del trabajo. Nos movemos y reivindicamos:

  • Apostar por un nuevo sistema productivo, capaz de generar empleos con alto valor añadido y que ponga a la persona en el centro.
  • Lograr el reconocimiento social y laboral de los empleos esenciales para la vida y que estos tengan unas condiciones laborales dignas que permitan a las personas salir de la pobreza.
  • Reconocer el derecho a la protección social sin que esté supeditado a la vida laboral.
  • Garantizar que el ingreso mínimo vital sea una realidad para las personas que lo necesitan, dotando a las instituciones de los recursos necesarios para su gestión.
  • Asegurar la percepción del subsidio extraordinario a las trabajadoras de hogar y que se reconozca su derecho a la prestación por desempleo al igual que para el resto de personas trabajadoras.