Campaña

Construimos una Comunidad que Sueña

Durante estos últimos meses, el cansancio y el abatimiento que hemos vivido a causa de la pandemia, sumado al deseo de volver a la normalidad cuanto antes, nos posición como sociedad ante la tentación de querer vivir en una especie de estado de anestesia para tratar de superar el drama humano que hemos vivido y en el que, a nuestro pesar, seguimos viviendo.

Nuestros días de duelo no han terminado. Viven alojados en nuestra cotidianidad, en una crisis acumulada en lo sanitario, económico, social y político, que en la vida pública se concreta en espacios tan comunes y cercanos como la salud, el empleo, la vivienda, la educación o el ámbito de nuestras relaciones personales.

En una sociedad globalizada en lo económico y en lo digital, necesitamos recorrer caminos nuevos que nos permitan alcanzar una conciencia global de humanidad y solidaridad. Por esta razón, debemos y queremos seguir empeñados en gastar la vida en reconstruir una sociedad distinta y mejor de la que tenemos. Una sociedad convertida en comunidad de personas que habitemos el mundo con mirada amplia, universal y global, pero con conciencia de pueblo y vecindad, con mirada cercana y sensible, capaces de pisar la tierra y andar los caminos de la cotidianidad y la normalidad de forma más amable y solidaria, más fraterna y esperanzada, una comunidad que vele, cuide y proteja a los suyos, a la familia humana ya la casa común en la que vive, y que contribuyeya a sostener la vida.

CONSTRUIMOS UNA COMUNIDAD QUE SUEÑA

es nuestra propuesta para vivir este nuevo curso y sumarnos al anhelo ya la esperanza que nos propone el papa Francisco de hacer renacer entre todas las personas, esa gran familia humana que somos, el deseo mundial de hermandad. Soñar nos abre caminos de futuro, de posibilidad y transformación; soñar nos permite crear, anhelar y proyectar la esperanza de una vida distinta y mejor para todas las personas, especialmente para quienes viven con la esperanza vaciada de horizonte.
Nuestros sueños tienen sus raíces en nuestro presente, en el compromiso que nos mueve a:

Construir una comunidad que sueña y que vela, cuida y protege la dignidad y los derechos humanos de todas las personas, que se hace cargo de sus vidas acompañando sus procesos, denunciando las situaciones cotidianas injustas y que trabaja para hacer posible oportunidad y futuro.

Construir una comunidad que sueña y quiere vivir hermanada con la Creación y que va dando pasos en la toma de conciencia para cuidar mejor la casa común, revisando sus hábitos de consumo y realizando gestos sencillos para vivir en mayor armonía consigo misma y con el entorno.

Construir una comunidad que sueña y que con su aportación a la sociedad construye y propone un estilo de vivir más solidario e inclusivo, que genera espacios de diálogo y encuentro entre las personas desde su diversidad, que teje confianza, amistad y fraternidad y no quiere pasar de largo ante el dolor, la pobreza, la soledad y el individualismo que hay en nuestro mundo.

La campaña Construimos una Comunidad que Sueña tiene por objetivos:
  • Ayudarnos a tomar conciencia y reflexionar sobre nuestro papel personal y comunitario en los diferentes ámbitos de la vida pública en la que participamos, con el fin de involucrarnos en las dinámicas sociales que existen y contribuir, desde la defensa y cuidado de la dignidad y los derechos humanos de todas las personas, a transformar la sociedad desde lo concreto y cotidiano.
  • Animar la necesidad que tenemos de reforzar los vínculos y la interdependencia en la comunidad cristiana, parroquial y diocesana, y con otros ámbitos del tejido social, para hacer posible unas relaciones más humanas y más fraternas, solidarias e inclusivas de todas las personas.

Materiales de la campaña

He ahí un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear la vida aisladamente. (…) Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude, y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. ¡Qué importante es soñar juntos!

Papa FRANCISCO, Fratelli Tutti 8