17/10/2020

La cooperación internacional

Sin la dimensión universal del amor no somos cristianos.

Dios es amor, es caridad. El amor de Dios no tiene fronteras, se proyecta a toda la humanidad y a toda la creación, y de una manera especial a los más necesitados, a los países más pobres.

La Caridad, si es Caridad, es totalmente sensible y solidaria con cualquier necesidad, cualquier catástrofe, o desgracia que ocurra en el mundo.

Lo ocurrido en Beirut ha sido una gran Palabra que Dios ha dirigido a la humanidad para que nos solidaricemos y compartamos nuestros bienes con los que han sido damnificados. Hemos de reconocer que, en general, nuestras comunidades cristianas no han escuchado esa Palabra que Dios nos ha dirigido.

Nosotros aquí en Europa estamos mal por la pandemia, pero los países del Tercer Mundo, están infinitamente peor que nosotros. Si no nos solidarizamos con los países pobres no somos Cáritas, ni Iglesia.

A los países desarrollados se les pide que den el 0´7 % de su presupuesto. La ONU no alega ninguna razón religiosa para hacer esa aportación. Son países laicos que no tienen que ver nada con la fe cristiana. Cáritas no debe dar el 0´7 % de su presupuesto, sino el 7 %, y mucho más.

La Iglesia, cuando han vivido movida por la fe y el Evangelio de Jesús, siempre ha sido sensible a las necesidades y sufrimientos de todos los países. Cuando se ha aliado con el poder ha hecho caso omiso de los sufrimientos y desgracias de la humanidad.

Para la Iglesia, salir a evangelizar a otros países no cristianos, cuando la ha movido el Espíritu Santo, ha sido ir a encontrarse con los sufrimientos, necesidades y vida concreta de los pueblos a donde ha ido, y ha tratado de responder a todas las necesidades. No ha ido a adoctrinar sino a ofrecer el amor de Dios.

Por este motivo se hace ahora en octubre la Campaña del DOMUND. Las Obras Misionales Pontificias elaboran todos los años infinidad de proyectos para responder a las necesidades de las naciones pobres. Concretamente, el año pasado 2019, se llevaron a cabo 877 proyectos de promoción en los países de misión.

Además de la Campaña del DOMUND, que recaudó el año pasado 14.958.716 millones de Euros, está la campaña de la INFANCIA MISONERA, que, el 2019, recaudó 2.694.563 millones de euros y la campaña de las VOCACIONES NATIVAS que recogió, el año pasado, 2.581.391 millones de euros. Parece que son cantidades respetables, pero, con el dinero que tenemos, son cantidades simbólicas. Pensemos en lo que la gente gasta sólo en lotería, y no digamos en el fútbol.

La Iglesia también lleva a cabo la CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE, de gran tradición y arraigo, pero también simbólica, aunque fueron 43 millones de euros los que recaudó en el 2019.

La dimensión universal de la Caridad no está trabajada en nuestros equipos parroquiales, ni en nuestras comunidades cristianas. Estamos encerrados en nuestro mundo reducido, no vivimos LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS en la práctica, aunque lo recemos muchas veces en el Credo. Es un asunto muy importante a trabajar de ahora en adelante. Sin la dimensión universal del amor no somos cristianos.