03/02/2025

Hacia un voluntariado renovado y protagonista de nuestra Misión

Cáritas es un testimonio vivo del servicio y compromiso cristiano, donde el voluntariado es el pilar esencial. Este 2025 se lanza el Plan Diocesano de Voluntariado 2025-2027, con el propósito de renovarse, acoger y fortalecer su misión​

Todos y todas tenemos claro que hablar de Cáritas es hablar de servicio a los demás, especialmente a los más desfavorecidos. Por algo somos Iglesia, porque entendemos la vida como un acto continuo de agradecimiento por los dones recibidos y por la oportunidad de ponernos a disposición de quienes nos necesitan.

Es por ello, porque somos Iglesia y porque somos enviados por Él, que no se entiende Cáritas sin la presencia del voluntariado, protagonista de nuestra Misión. El voluntariado en Cáritas representa a Jesús inclinándose para lavar los pies de sus discípulos, es un servicio desinteresado en el que recordamos las palabras del Papa Francisco en la JMJ: “el único momento en que es lícito mirar a una persona de arriba para abajo es para ayudarla a levantarse”.

Recordar el papel del voluntariado en Cáritas nos exige una continua renovación, un esfuerzo constante por ponerlo en el centro de nuestra acción, por darle valor y ofrecerle oportunidades.

Y es por ello que en este 2025 hemos decidido embarcarnos en un gran reto, por el futuro del voluntariado, por su papel y su presencia en Cáritas: el Plan Diocesano de Voluntariado 2025-2027.

Y este plan comienza mirando hacia dentro, porque es imposible lograr el cambio si, como en el tiempo de Adviento, no hacemos camino y nos preparamos. Ahora más que nunca tenemos que abrir nuestro corazón y nuestra mente para soñar con una Cáritas mejor que responda a las necesidades de nuestro tiempo.

Nuestros equipos parroquiales, nuestros proyectos, las Áreas… todos y todas, equipo técnico y voluntariado, debemos abrir las puertas, generar espacios y oportunidades para acoger a personas que, en su generosidad, deciden volcar parte de su tiempo al servicio de las personas.

Debemos escuchar, y generar espacios de diálogo en los que el voluntariado pueda expresarse, donde pueda aportar y transformar nuestros proyectos e iniciativas. Debemos generar liderazgo entre nuestro voluntariado, pues esto repercutirá positivamente en nuestros proyectos y entre las personas a las que acompañamos y, además, atraerá a más voluntariado a nuestra Casa.

Esa transformación interna, ese Adviento de Cáritas, también pasa por reconocer y apoyar proyectos de nuestra Casa que ya llevan tiempo mostrando signos de renovación y que son hoy un referente para Cáritas y para el futuro del voluntariado. ¡Cuántos buenos testimonios tenemos a nuestro lado, cuántas personas maravillosas con una historia que contar! Lo hemos visto, sin ir más lejos, en nuestro Encuentro Diocesano de Voluntariado.

Pues caminemos juntos y como dice nuestro lema de la Campaña Institucional, “abramos camino a la esperanza”, esa que nos recuerda que hay futuro para Cáritas y para nuestro voluntariado, solo tenemos que confiar en Él y, por supuesto, creer en nosotros y nosotras.