Cuidar la casa común, sanar las heridas del mundo
Se cumplen 10 años de la publicación de la encíclica Laudato Si'
Hace diez años, el papa Francisco publicó Laudato Si’, una encíclica que no solo habla del medio ambiente, sino que invitaba a repensar profundamente nuestra relación con la creación, con los demás y con nosotros mismos. Su subtítulo, “Sobre el cuidado de la casa común”, ya apuntaba a una propuesta de ecología integral que traspasa los límites de lo ambiental para abrazar lo social, lo económico, lo cultural y lo espiritual.
Laudato Si’ no es un tratado ecológico ni un manifiesto ideológico, como muchas personas y sectores han pretendido reducir, sino una meditación profunda y apasionada sobre la responsabilidad humana hacia el planeta y hacia los más pobres. El papa denunciaba con fuerza la “cultura del descarte”, el extractivismo sin freno, la idolatría del mercado y la globalización de la indiferencia. Frente a ello, proponía una espiritualidad del cuidado, la simplicidad, la gratitud y la conversión ecológica personal y comunitaria.
La encíclica reclama un cambio radical: pasar de una mirada instrumental sobre la naturaleza y las personas, a una mirada fraterna. Invita al diálogo entre ciencia y fe, entre culturas y generaciones, y nos recuerda que “todo está conectado”, que el grito de la tierra y el grito de los pobres son el mismo grito.
Diez años después
Una década después, Laudato Si’ sigue siendo más actual que nunca. Los efectos del cambio climático, las migraciones forzadas, el agotamiento de los recursos naturales y las crecientes desigualdades claman una respuesta urgente. Pero no bastan los gestos simbólicos: la encíclica nos confronta con nuestra manera de consumir, de producir, de gobernar, de relacionarnos.
Esta llamada no es solo ecológica, sino profundamente ética y espiritual. La conversión ecológica que menciona el papa Francisco implica revisar los estilos de vida, dejar de justificar lo injustificable y pasar de la indiferencia al compromiso. Es redescubrir la espiritualidad de lo cotidiano, la fraternidad universal, la contemplación como actitud política y el agradecimiento como forma de vida.
Para las comunidades cristianas, Laudato Si’ debería una brújula. Nos recuerda que evangelizar no es solo hablar de Dios, sino vivir el amor al prójimo cuidando también de la tierra que Dios nos ha confiado. Y para Cáritas, esa brújula también debería iluminar cada gesto de acompañamiento, denuncia profética y transformación social.
Vivirla en y desde Cáritas
En Cáritas, celebrar los 10 años de Laudato Si’ no debería ser solamente recordar, sino también renovar nuestra apuesta por una acción más coherente con el cuidado de la casa común.
Desde lo cotidiano, desde nuestra labor del día a día junto a las personas empobrecidas, son muchas las acciones que podemos incorporar a la luz de la carta encíclica:
- Incorporar la ecología integral en nuestros programas y en la acción de las Cáritas parroquiales: evaluar el impacto ambiental y social de nuestras acciones. Apostar por proyectos sostenibles, por un consumo responsable y por economías alternativas que pongan a la persona en el centro. Tenemos ya grandes ejemplos como la empresa de inserción Retextil.
- Formación específica para agentes: incluir contenidos sobre Laudato Si’, ecología integral y espiritualidad del cuidado en los procesos formativos, de manera transversal.
- Transformar nuestros espacios: adaptar los espacios de acogida, despachos y centros para que sean más sostenibles energéticamente. Usar materiales reciclados, apostar por energías limpias y evitar el derroche son formas concretas de testimonio.
- Vincular el acompañamiento social al cuidado ambiental: promover proyectos de empleo verde, huertos comunitarios como los que ya tenemos en San Vicente o Elche, formación en sostenibilidad o reciclaje, integrando la justicia ecológica con la inclusión social.
- Alzar la voz profética: denunciar públicamente las causas estructurales del deterioro ecológico, las políticas injustas y el modelo económico depredador. Y hacerlo desde una propuesta alternativa de vida sencilla, austera y solidaria
En este décimo aniversario de Laudato Si’, redescubramos en Cáritas que cuidar la casa común no es una opción añadida, sino una expresión inseparable de nuestra identidad, misión y compromiso con los más pobres. Porque “todo está conectado” y solo juntos podremos construir un futuro más justo, fraterno y habitable para todas y todos.