25/05/2021

Corpus Christi, Día de la Caridad

Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo». Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron. Y les dijo: «Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios». (Mc 14, 22-25)

La Solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor es como un eco del Jueves Santo, día en que Jesucristo instituyó la Eucaristía, Sacramento de su amor. Hoy celebramos el día de la Caridad, jornada en la que pedimos de manera especial por la gran familia de Cáritas Diocesana y damos gracias a Dios por el gran bien que sigue haciendo cada equipo de las Cáritas parroquiales de nuestra Diócesis y de todos los que forman parte de cada proyecto que venimos desarrollando.

No podemos olvidar que la fuente de nuestra acción caritativa es la que aparece en el Evangelio de san Marcos, que se proclama en toda la Iglesia en este día solemne: Que Cristo se nos ha entregado por amor y espera de nosotros que correspondamos al mismo. Un modo concreto para responder a este Don, es ser portadores de ese amor en medio de nuestro mundo. Se trata de un amor que se entrega, que se da gratuitamente. No busquemos una lógica humana, no pretendamos encontrar una respuesta desde nuestros planteamientos, porque la única lógica que cabe es la del amor de Dios. No somos destinatarios de ese amor porque seamos merecedores del mismo, sino porque Dios no puede dejar de amarnos, porque iría en contra de su ser.

Por tanto, en este día, podemos preguntarnos cómo estamos acogiendo ese amor de Dios y cómo estoy llevándolo a los demás. Nadie ignora que estamos atravesando un momento particularmente difícil, que se nos presenta, al mismo tiempo, como un reto, una oportunidad para poder dar a conocer ese inmenso amor de nuestro Dios. A través de nuestro acompañamiento, de nuestra acogida, de nuestras acciones concretas, podremos dar a conocer a Aquél que es la fuente de todo ello: Al Señor que se nos sigue entregando y cuenta con nosotros para seguir manifestando su predilección por los más pequeños, por quienes están sufriendo las consecuencias de esta crisis sanitaria y social. Con ellos estamos llamados a caminar, sabiendo que el mismo Señor nos acompaña, porque permanece con nosotros y espera que le reconozcamos en el Sacramento y en nuestros hermanos.

El Señor siga bendiciendo a todos los que formamos parte de Cáritas, y siga ayudándonos a ser signo creíble de su amor en medio de nuestra sociedad.