¿Cómo aterrizar en la sinodalidad?
Propuesta sobre cómo llevar a cabo la sinodalidad en nuestras parroquias y barrios
La Sinodalidad es: Caminar juntos, compartir el camino, no prescindir de nadie, contar con todos, dialogar con todos, tener en cuenta las opiniones de todos, tener confianza con todos y sentirse familia, promover la colaboración de todos…Recordemos lo que dice el libro de los Hechos 4,32: “El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma: nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía, pues lo poseían todo en común”.
Teniendo esto en cuenta ¿qué tenemos que hacer para vivir la Sinodalidad en nuestra parroquia?
Presupuestas que requiere la Sinodalidad, en la parroquia y en el barrio
- Poner en primer lugar el Mandamiento Nuevo, la fraternidad, la confianza, nunca actuar de forma interesada, esperando que nos correspondan.
- La Sinodalidad requiere trabajo y compromiso, se ha de elegir el vivir la Sinodalidad, hace falta un esfuerzo, un tiempo, unos medios. No es cosa sólo de bonitas ideas, de buenos deseos, de quedar bien.
- Se ha de contar con las dificultades. La gente, todos, no somos sinodales, sino individualistas, aislados de los demás y, a veces, en competencia. Hace falta mucha paciencia. Y contar, en todo momento, con la ayuda de Dios.
Actitudes que hemos de adoptar, en la parroquia
- Empatía, cercanía y buena comunicación con todos los grupos y con todos los miembros de la parroquia, teniendo muy en cuenta y muy informado, de todos los pasos, al Sacerdote.
- Participar con gusto en toda la vida de la parroquia, estando bien informados de todo lo que se hace y lo que se va a hacer.
- Ofrecer, con mucho respeto y cariño, nuestros puntos de vista sobre lo que se hace y sobre toda la marcha de la parroquia.
Acciones a realizar en la parroquia
- Hacer una lista completa de los grupos que hay en la parroquia, incluidas todas las cofradías, con el teléfono y el correo del responsable de cada uno de los grupos.
- Comenzar un proceso de acercamiento, comunicación y diálogo con cada uno de los grupos.
- Pasar una información (concreta, no muy larga, pero con todos los contenidos) de los miembros de Caritas, sus actividades, sus necesidades, sus problemas y sus expectativas de futuro.
- Invitar, a los miembros de cada grupo, a participar en el equipo de Caritas y asegurarles una buena acogida y pidiéndoles que aporten todos lo que puedan y lo que piensan, con libertad.
- Ofrecer nuestra colaboración a todos los grupos, y hacer real esa colaboración, ofreciendo todo lo que podamos.
- Informar continuamente a todos los grupos y a toda la comunidad cristiana, de todos los pasos y actividades de Caritas.
- Ayudar a toda la parroquia a ver la unión que hay entre la labor de Caritas y lo que hace cada uno de los otros grupos y toda la comunidad cristiana.
- Revisar continuamente los pasos que vamos dando, y estar abierto a los puntos de vista de los otros.
En el barrio: actitudes que hemos de adoptar
- Queremos construir barrio, trabajar por la unión y colaboración de todos en el barrio.
- Escuchar y aceptar las críticas que el barrio hace a la parroquia, tratando de ver en qué tiene y en qué no tienen razón, pero no ponerse nunca a la defensiva y a contraataque.
- Procurar la empatía, cercanía, actitud positiva y esperanzada, ante todas las personas e instituciones del barrio, con disposición al encuentro, al diálogo y la colaboración.
Acción a realiza en el barrio
- Hacer una lista, lo más completa que se pueda, de todas las asociaciones, instituciones, plataformas y grupos del barrio, con sus teléfonos y correos.
- Entrar en un proceso de trato, comunicación y buena relación, con todas y cada una de las asociaciones y grupos que existen en el barrio. El objetivo es conocer a fondo cada grupo, y darnos a conocer.
- Ver en qué coincidimos, qué nos une con cada grupo, y en qué podemos colaborar.
- Crear espacios de encuentro y convivencia, para encontrarnos con las personas de las entidades del barrio, y dar la posibilidad de relacionarnos y de colaborar.
- Tener detalles de cercanía, manifestando nuestro aprecio y nuestra valoración de lo que es y hace cada grupo.
- Tratar de ver lo que podemos ofrecer para apoyar la labor de cada grupo, con mucho realismo y de forma desinteresada.
- Revisar continuamente la relación que tenemos con cada grupo, y ver los nuevos pasos que podemos dar en este camino.