Caminando en la sinodalidad
Integrando a la comunidad migrante latina en Elche
Al inicio del curso, los Misioneros de la Consolata fueron nombrados párrocos de la mayoría de las parroquias que conforman el Arciprestazgo III de Elche (Sagrada Familia, Madre de Dios, El Carmen y San Francisco), situadas en los Barrios del Toscar y Carrús, barrios eminentemente obreros y desde hace años con presencia multicultural en la que conviven diferentes nacionalidades, etnias y religiones.
Pronto surgió la inquietud por parte de los Misioneros de la Consolata y de los Consejos de Pastoral de responder a la realidad que vivimos y nos envuelve: ¿cómo integrar a estas personas en nuestras comunidades cristianas? Nació así la iniciativa de realizar un encuentro con los migrantes latinos ya que es una de las comunidades mayoritarias, aunque no la única, pero quizás con la que existe más afinidad por compartir una misma fe y lengua.
E iniciamos el camino…. Se convocó un encuentro en la parroquia Madre de Dios a mitad de octubre y con posterioridad otro en noviembre en la parroquia del Carmen, expresando el deseo de que se sintieran en su casa, acogidos como hermanos y hermanas, a la vez que pudieran aportar lo mejor de sus riquezas humanas y de su fe. En los dos encuentros hubo una buena respuesta, acudiendo personas y familias de las diferentes parroquias y de diferentes nacionalidades (colombianos, ecuatorianos, venezolanos, argentinos, paraguayos y salvadoreños), acompañados por laicos de las parroquias.
En el diálogo se puso de manifiesto las diferentes maneras de expresar la Fe, la cultura, costumbres, tradiciones e inquietud por mantenerlas vivas, por rezar, recibir formación, mostrando algunos su disponibilidad para participar en la vida de la comunidad parroquial (catequesis, coro).
También expresaron la necesidad de compartir los problemas de falta de trabajo y la dificultad que supone “no tener papeles”, comunicando algunas situaciones personales por las que están pasando. Surgió así la propuesta de tener un canal en el que compartir información, trabajos, …. Comentando también la necesidad de compartir y vivir en la comunidad parroquial las necesidades espirituales y materiales, uniendo Fe y Vida.
Se creó un grupo de coordinación junto con los Misioneros de la Consolata, con la finalidad de dar respuesta a las inquietudes expresadas, planteando ya su participación en la Novena de Navidad, unida a la Eucaristía y seguida de un momento de encuentro y fraternidad, invitando a quien quiera unirse.
“Escuchar a las personas exige saber escuchar las culturas en las que están insertas, sabiendo que toda cultura está en constante evolución. Una Iglesia sinodal necesita aprender a articular mejor el Evangelio con las culturas y los contextos locales, a través del discernimiento, partiendo de la confianza en que el Espíritu le da tal amplitud que puede acoger cualquier cultura, sin exclusión” (Instrumentum laboris. Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión).