Acogedores, como san José
En san José encontraremos un padre que ha acogido el amor de Dios y ha amado verdaderamente a la Virgen María y a Jesucristo.
Cada 19 de marzo, la Iglesia celebra la solemnidad de san José, el esposo de la Virgen María. Este año dirigimos nuestra mirada a él de un modo especial, ya que estamos celebrando el “año de san José”, convocado por el santo Padre, el Papa Francisco, con motivo del 150 aniversario de la declaración del mismo como patrono de la Iglesia universal.
En la carta apostólica “Patris corde”, el Papa Francisco, nos invita a adentrarnos en la vida y misión de san José, donde podremos encontrar un modelo para nuestra vida cristiana, también hoy. A veces, podemos pensar que nos queda muy lejos la vida de san José; que la situación actual dista mucho de la que vivió él, junto a María y Jesús. Pero nada más lejos de la realidad, porque él nos invita a vivir nuestro día a día desde la sencillez, la humildad, el trabajo, la confianza en Dios…
En el punto cuarto de la carta apostólica, el Papa escribe:
“La acogida de José nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles, porque Dios elige lo que es débil (cf. 1 Co 1,27), es «padre de los huérfanos y defensor de las viudas» (Sal 68,6) y nos ordena amar al extranjero”.
Como vemos, en san José encontramos un modelo para seguir acogiendo a los demás, sin ningún prejuicio, con total disponibilidad, abriendo nuestro corazón a sus necesidades.
En un mundo en el que vivimos tan deprisa; donde nos cuesta detenernos para encontrarnos con el otro; cuando corremos el riesgo de centrarnos en nosotros mismos, vemos en san José una vida entregada por completo a Jesús y María; saliendo de él mismo, atendiendo a sus necesidades, pasando a un segundo plano, sin buscar protagonismo alguno.
Aquí tenemos un testimonio, que sigue siendo actual, para vivir mejor nuestro ministerio en Cáritas; sea cual sea el proyecto que llevemos entre manos, en cualquier área; en san José seguiremos teniendo un gran intercesor para confiarle todo, porque él supo confiar en Dios plenamente, supo ponerse en sus manos con total abandono. Y no sólo podemos acudir a él como intercesor, sino que podemos tenerle presente como un verdadero ejemplo para nuestra propia vida.
Como nos indicaba el Papa Francisco, en san José encontraremos un padre que ha acogido el amor de Dios y ha amado verdaderamente a la Virgen María y a Jesucristo; un padre lleno de ternura y que supo ser obediente a Dios, no se empeñó en hacer sus planes personales, sino que colaboró con total confianza en el proyecto de Dios; con valentía creativa; un sencillo trabajador y con una gran humidad y sencillez de corazón.
Que san José siga intercediendo por todos los que formamos la gran familia de Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante y sea un verdadero ejemplo para nosotros, donde podamos descubrir cómo amar a Dios y a los demás, cómo podemos seguir acogiendo y acompañando a quienes encontramos en nuestro caminar.