Nota de prensa12/06/2020

La exclusión se enquista en las personas más vulnerables pese a la recuperación económica

Con motivo de la festividad del Corpus Christi, y en el marco de su campaña El poder de cada persona, Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante hace balance del trabajo realizado durante el año 2019.

El año 2019 ha dejado una valoración ambivalente: por un lado, ha estado marcado por la progresiva reducción del número de personas en situación de vulnerabilidad y exclusión, pero al mismo tiempo significó la constatación del enquistamiento de una parte de la población.

El Informe FOESSA de la Comunidad Valenciana, que se presentó a finales de año, nos dice que la exclusión social se reduce, aunque se mantiene por encima de la media española y que un millón de personas continúa en situación de exclusión, el 20,3 por ciento de la población, además casi medio millón de personas en exclusión severa en nuestra Comunidad.

La acción de Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante ha llegado a 43.090 personas, representando un 4,38 % menos que el año anterior en el que se apoyó a 45.065 personas.

La mayor parte de las personas que acuden a los servicios de Cáritas son las que se encuentran en peor situación de exclusión, aquellas a las que no les ha llegado la recuperación y que estaban mal antes de la crisis. Son la sociedad expulsada.

Los principales perfiles de personas ayudadas en 2019 han sido familias compuestas por personas jóvenes, mujeres solas y con hijos, familias con progenitores con bajo nivel de estudios, trabajadores pobres y personas extranjeras.

La realidad de pobreza y exclusión que Cáritas acompaña cada día tiene rostro de mujer, siendo el 64 % de las personas que solicitan ayuda Cáritas. También Cáritas ha acompañado a 192 mujeres en la Diócesis que han sufrido violencia de género y se ha incrementado el trabajo en red contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual.

La exclusión es una realidad que mayoritariamente afecta a familias, por ello se ha potenciado el acompañamiento a los menores para romper la tendencia de la herencia de la pobreza.

En cuanto a las personas que ha atendido Cáritas Diocesana en el pasado ejercicio el 47% fueron españolas, un 8,7% de la UE y casi el 44% de fuera de la UE.

Desde Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante se ha potenciado el trabajo en el ámbito del empleo y la inserción laboral, acompañando a 1149 personas en los procesos de inserción laboral, aumentando significativamente las personas acompañadas en los recursos de empleo y formación respecto al año anterior. Mayoritariamente han sido mujeres (76%).

Uno de los ejes fundamentales de la acción de Cáritas en la Diócesis de Orihuela-Alicante es la acogida y el acompañamiento a las personas sin hogar. Cáritas ha atendido a 1.229 personas en situación de sinhogarismo en sus recursos residenciales y a través de los dispositivos de calle con los que cuenta siendo mayoritariamente hombres (70%) de nacionalidad española (75%).

Cabe resaltar, como viene siendo la tónica en los últimos años, el alto número de personas sin hogar que padecen algún trastorno de salud mental: trastorno psicótico, de personalidad, espectro traumático, dependencias a alguna sustancia y depresión mayor. Un 65% de las personas atendidas tenían trastornos de salud mental.

Para realizar su labor Cáritas Diocesana cuenta con 2.490 voluntarios que, a través de 152 Cáritas parroquiales, atienden a las personas y familias en todas las ciudades, barrios y pueblos de la Diócesis, habiendo aumentado en el último año en más de 200 personas comprometidas en la institución.

Cáritas Diocesana ha invertido 3.478.950 € en ayuda social y lucha contra la exclusión, de los que 1.827.822 € han sido destinados a la acogida y apoyo a personas sin hogar.

En la Comunidad Valenciana la acción de Cáritas llegó a 118.150 personas a través de las 684 Cáritas parroquiales que trabajan en el territorio, realizando una inversión el pasado año de 12.040.013 €.