31/05/2020

Sin Caridad no hay vida cristiana

Queridos hermanos sacerdotes y miembros de todas las comunidades parroquiales de nuestra Diócesis, hoy, Jueves Santo, es un día lleno de gozo porque son muchos los acontecimientos que celebramos con alegría los cristianos. Con el Jueves Santo da comienzo el Triduo Pascual, es el día de la institución de la Eucaristía y la institución del sacerdocio. También celebramos el día del Amor Fraterno que toca muy de lleno a Cáritas, y una vez más recordamos que no podemos vivir sin caridad.

Sin la caridad, sin la Eucaristía y sin el sacerdocio no se podría entender la vida cristiana. Cómo valoramos ahora la Eucaristía, alimento de vida eterna, con las iglesias cerradas por este estado de confinamiento que estamos viviendo y sin poder recibir a Cristo sacramentalmente. Cristo es el pan de vida, anticipo de la Eucaristía, como leemos en el capítulo sexto del evangelio de Juan: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo” (v 51). Pero el amor es ingenioso y los sacerdotes, movidos por la caridad, están haciendo llegar la Eucaristía a sus comunidades por las redes sociales y animándoles a que hagan comuniones espirituales.

En este tiempo de aislamiento sé que la caridad no para, todas las Cáritas Parroquiales y Cáritas Diocesana siguen haciendo su labor de ayudar a los más necesitados. El Señor pagará con creces vuestra labor. Lo que hacéis por amor a Dios y como manifestación de vuestra caridad fraterna tiene precio de eternidad. Aunque este Jueves Santo no hay lavatorio de los pies, el servicio a los hermanos se manifiesta de forma real en tantas acciones caritativas que presencial o telemáticamente estáis realizando. Gracias a todos.

Con esta crisis del Covid-19 el número de personas que acuden a Cáritas irá aumentando ya que muchos puestos de trabajo se están destruyendo. Dios proveerá. Otros años, en este día de la caridad del Jueves Santo, la colecta de muchas parroquias se destinaba a Cáritas. Como los ingresos por la recogida de la colecta en las bandejas no se puede hacer la situación ha cambiado. A las parroquias que su economía se lo permita pueden dar el donativo a Cáritas más adelante. Las que puedan recibir aportaciones de sus feligreses vía transferencia también pueden utilizar este medio para enviarlo a Caritas. Pero todo esto con paz y sin agobios porque bien sabe Dios la situación de estrechez económica que toda la sociedad está viviendo.

Hermanos todos en el Señor, recibid de mi parte un caluroso abrazo (virtual) y mi agradecimiento por vuestra labor: GRACIAS