26/11/2024

Jornadas de Infancia y Adolescencia en Valladolid: Compromiso de Cáritas por un Futuro Digno

Cada niño y adolescente es un reflejo de la dignidad humana que Dios nos llama a proteger

Del 20 al 22 de noviembre, Valladolid fue el escenario de las Jornadas de Infancia y Adolescencia organizadas por Cáritas Española. Este espacio se centró en el análisis de los riesgos que afectan a niños, niñas y adolescentes (NN.AA.) y en la construcción de propuestas concretas de mejora en torno a cinco ejes fundamentales: hogar y familia, escuela y educación, comunidad, Cáritas, y el ocio y tiempo libre. Estos días de reflexión permitieron a los participantes ahondar en los desafíos estructurales y cotidianos que limitan el desarrollo pleno de la infancia y juventud.

Riesgos identificados: Una mirada profunda y realista

Desde el compromiso cristiano y los valores de la Doctrina Social de la Iglesia, se abordaron los principales riesgos que afectan a la infancia y adolescencia, teniendo en cuenta la realidad concreta de sus entornos:

Hogar y Familia

El hogar, como espacio esencial para el desarrollo, enfrenta desafíos significativos:

  • Soledad de los NN.AA., derivada de la falta de tiempo de calidad en familia.
  • Ausencia de normas y límites, que genera inseguridad y dificulta la construcción de valores sólidos.
  • Condiciones de habitabilidad inadecuadas, que afectan la salud física y emocional de los menores.
Escuela y Educación

La educación, pilar fundamental para la igualdad de oportunidades, enfrenta riesgos que perpetúan la exclusión:

  • Desigualdad de oportunidadesdebido a factores económicos y sociales que limitan el acceso a recursos educativos de calidad.
  • Violencia entre iguales, como el acoso escolar, que afecta la autoestima y seguridad de los estudiantes.
  • Efecto Pigmalión, donde las bajas expectativas de algunos agentes educativos, incluso de Cáritas, condicionan negativamente el desarrollo de los menores.
Ocio y Tiempo Libre

El tiempo libre, vital para el desarrollo integral, se ve condicionado por varios factores:

  • Vulnerabilidad económica, que impide el acceso a actividades culturales y recreativas.
  • Excesivo uso de pantallas y sus peligros, como la exposición a contenidos inapropiados o el aislamiento social.
  • Falta de tiempo disfrutado en familia, que limita el desarrollo de vínculos afectivos sólidos.
Comunidad

El entorno social en el que crecen los NN.AA. está marcado por problemas estructurales:

  • Desigualdad de género, que perpetúa roles y limitaciones injustas.
  • Violencia estructural, presente en las dinámicas sociales que normalizan la exclusión.
  • Falta de una cultura participativa, que margina las voces de niños y adolescentes en la toma de decisiones que les afectan.
Cáritas

Desde la propia institución, se identificaron desafíos que requieren una autocrítica constructiva:

  • Prejuicioshacia los NN.AA. en situación de vulnerabilidad.
  • Participación irreal, donde se les consulta pero no se les escucha ni se actúa en base a sus propuestas reales.
  • Desconocimiento de sus historias, que impide ofrecer un acompañamiento auténtico y transformador.

Propuestas de mejora: Caminos hacia la transformación

A partir del análisis de riesgos, se propusieron iniciativas basadas en los principios del bien común, la solidaridad y la justicia, promovidos por la Doctrina Social de la Iglesia:

  • Hogar y familia: Fortalecer los programas de apoyo familiar, promoviendo espacios de diálogo y acompañamiento integral que mejoren las condiciones de vida.
  • Escuela y educación: Desarrollar proyectos que fomenten la igualdad de oportunidades, con especial énfasis en la mediación y la sensibilización contra la violencia escolar.
  • Ocio y tiempo libre: Crear actividades accesibles que combinen diversión y educación, promoviendo el uso responsable de la tecnología y reforzando los vínculos familiares.
  • Comunidad: Impulsar la participación activa de los NN.AA. en iniciativas locales, fomentando la cultura de igualdad y respeto.
  • Cáritas: Revisar las prácticas internas para garantizar que las voces de los menores sean escuchadas y sus necesidades reales atendidas.

Un compromiso inspirado en el Evangelio

Las jornadas recordaron que cada niño y adolescente es un reflejo de la dignidad humana que Dios nos llama a proteger. Desde Cáritas, este compromiso no es solo una respuesta técnica, sino una misión evangélica de construir una civilización del amor donde todos puedan vivir con dignidad y esperanza.

Estas jornadas han reafirmado la importancia de escuchar a los niños y adolescentes, comprender su realidad y trabajar desde todos los frentes para garantizar su bienestar. Es un llamado a toda la comunidad a comprometerse con su presente y futuro. ¡Juntos, podemos ser luz en sus caminos y esperanza en sus vidas!